lunes, 30 de noviembre de 2009

Neyen

Ella se había quedado en la torre.
Las 70 escaleras, esta noche, se habian vuelto lava... y ella miraba por la única ventana, como se moria el sol, con los ojos rasgado... como una guitarra que duele... como un cielo que se ofendió.
Esa noche ella, soñó con estrellas.
(Nada mas que estrellas).
Y acostumbrada como estaba a escarbar para resgurdarse de las pesadillas, se sintió tranquila y desorientada.

Se despertó a mitad de la noche. EL mago a su derecha.
Conversaron.

Esa noche, ella se habia quedado en la torre a repasar su respiración, por si dolía. Por si la magia era una municion de fantasía. Por si agun hechizo de luna la había alcanzado...
Y desfiló por el corredor con su vestidito naranja bailando... miró la noche y la noche la miró.
Respiró.
En media vuelta, el mago ya no estaba... y ella, igualmente se quedó.

En los diez mil paises de su reino, nunca, había soñado tan sereno como aquella noche en que se entregó a la torre...

Sería por el viento que no estaba...?
Sería por el mago?
Sería por el vestidito naranja?
O sería porque su alma cansada, ya no tenía ganas de llorar?

Esa noche, ella, se había quedado en la torre...
hasta que la mañana la devolvió...

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